Bobby Deglané, devoto de la Esperanza

Quizás muchos de ustedes no hayan oido nunca su nombre. Otros muchos sí. Roberto Deglané Rodríguez, más conocido como Bobby Deglané, hijo de padre francés y madre trianera, fue una de las figuras radiofónicas más importantes en Iberoamerica durante el siglo XX. Nació en Iquique (Chile, 1905) y se formó en Nueva York, en la Universidad de Columbia y en la Academia Floyd Gibbons, donde se especializó como locutor deportivo. Su carrera periodistica se desarrolló en Chile, en el diario La Hora, la revista Interviú y Radio Minería; en Argentina en Radio Rivadavia; en Brasil en emisoras de Río de Janeriro y en España en los semanarios Fotos y Marca, en las emisoras Cadena Ser, Radio España y Red de Emisoras del Movimiento y en el canal de Televisión Española.
En 1952 se traslada a Sevilla para presentar un espectaculo benéfico que cada año organizaban los Duques de Alcalá, en el Palacio de Medinaceli, alojándose en el Hotel Alfonso XIII. Conocedora la junta de gobierno de la Hermandad de su estancia en nuestra ciudad, y de su descendencia trianera por parte de madre, fue invitado a conocer en la Iglesia de San Jacinto a la Virgen de la Esperanza. Bobby Deglané aceptó tal invitación y acudió al templo dominico encantado. Al ver a la Stma. Virgen en su altar quedó prendado desde el primer momento. Nunca pudo imaginar encontrar una belleza tan grande en el rostro de una Imagen. Evidentemente, Ella no era cualquier Imagen, era la Esperanza de Triana, y su nombre se le quedaría grabado para siempre en el corazón.


Posteriormente, cercana la Semana Santa, la junta le ofreció una túnica nazarena para que acompañase a la Hermandad en su estación de penitencia en la Madrugada del Viernes Santo, túnica que pertenecía nada más y nada menos que a Alfonso Jaramillo, uno de los hermanos más antiguos de la Hermandad y que se la cedió gustosamente. Deglané aceptó la propuesta y aquel año acompañó por vez primera a la Cofradía en su procesión. Tras aquella Madrugada, se hizo hermano y se integró en la Hermandad en cuerpo y alma siempre que sus labores profesionales se lo permitieron. Continuó saliendo de nazareno los años siguientes y contempló en primera persona la recuperación y el traslado de la Hermandad a su reconstruida Capilla de los Marineros, en la calle Pureza. Gracias a Bobby Deglané, la Capilla contó con su primer circuito de megafonía, que fue donación suya.
Sin embargo, un año pasaría a la historia de la ciudad como uno de los más tristes del siglo XX: 1961. El 25 de noviembre de aquel año, se desbordó el arroyo Tamarguillo causando verdaderos dramas en la capital hispalense. Para paliar sus daños, Manuel Zuasti, director de la cadena de Radio España, y Bobby Deglané ponen en marcha la denominada Operación Clavel, que logra reunir a 142 camiones, 150 coches y 82 motos que transportaban desde Madrid a Sevilla grandes cantidades de alimentos, enseres y juguetes para las familias afectadas. La caravana partió de Madrid el día 18 de diciembre, festividad de Nuestra Señora de la Esperanza, y llegó a nuestra ciudad al día siguiente, en medio de una extraordinaria expectación. Sin embargo, como dice el refrán, las desgracias nunca vienen solas. Y así fue, lamentablemente. A las dos de la tarde llegó la caravana humanitaria a Sevilla. Cuarenta minutos antes, desde el aeródromo de Cuatro Vientos de Madrid, partió una avioneta que acompañó a la caravana a su llegada a Sevilla, con tan mala fortuna, que al ejercer un vuelo rasante sobre la multitud que contemplaba la comitiva, colisionó con unos cables de alta tensión y acabó precipitándose sobre la muchedumbre que se encontraba allí concentrada, en la zona de la Avenida de Kansas City. El resultado, 24 fallecidos y más de 100 heridos graves y de diversa consideración. Lo que debió ser una jornada festiva, acabó siendo un día desgraciado.


Pero Bobby Deglané no solo puso en marcha aquella histórica caravana de ayuda al pueblo de Sevilla. Desde principios de diciembre de aquel año, usó su poder mediatico a través de la radio de Madrid para pedir ayudas y colaboración a todo el mundo. Tal fue el éxito que tuvo su iniciativa radiofónica que logró reunir la cantidad económica de 10 millones de pesetas de la época. Se hizo famoso un vendedor de chucherias del Parque del Retiro de Madrid, conocido como Pirulo, porque tuvo el gesto de regalar cinco mil globos para los niños sevillanos damnificados por la inundaciónes. Por su parte, la Hermandad de la Esperanza de Triana donó el coste de los exornos florales de sus pasos como ayuda a las familias afectadas, anunciando que en 1962, los pasos saldrían sin flores (algo que finalmente no sucedió gracias a otra hermosa historia). Todas estas acciones que puso en marcha el bueno de Bobby Deglané le valieron la concesión del título de Hijo Adoptivo de Sevilla, sin embargo, el desgraciado accidente de la avioneta se le volvió en su contra y las autoridades le dieron la espalda, no concediendole dicho reconocimiento hasta varios años después. Todo esto hizo mella en Deglané, que si ya se encontraba abatido por la tristísima desgracia del accidente, la actitud de las autoridades municipales acabaron por darle la puntilla. Fue el final de su carrera, y muchas fueron las lágrimas que esta gran persona derramó en la habitación que ocupaba en el Hotel Colón a raiz de estos tristes acontecimientos. Con todo, el Jefe del Estado, D. Francisco Franco le regaló un clavel de plata con una placa donde se recogían sus méritos. Este clavel, Bobby Deglané se lo regaló a su Esperanza, la que quiso y amó desde aquel día en que la miró por vez primera a los ojos, allí, en el Convento de San Jacinto, quedando enamorado para siempre. No son pocas las veces que puede contemplarse dicho clavel en la mano izquierda de la Stma. Virgen desde la década de los sesenta. Y es que en él está el alma de aquel locutor que quiso quedarse con Ella hasta el último día de su vida, y que mejor sitio que anidar para siempre en la dulzura de sus manos. El Cielo que conoció en San Jacinto y que su alma quiso elegir para la eternidad en las manos de su Esperanza...


(Bobby Deglané falleció en Madrid en 1983, en vísperas de los acontecimientos de la Coronación de la Stma. Virgen de la Esperanza, a los setenta y ocho años de edad. En 1984, la ciudad de Sevilla rotuló una de sus calles con su nombre en la zona de la Magdalena, cuyo titulo se asoma a la calle San Pablo cada Madrugada de Viernes Santo para ver pasar a su Esperanza).

No hay comentarios:

Publicar un comentario